Raymond Queneau, Odile
¿Y si el tema de Raymond Queneau no fuera otro que la felicidad, la vida como un eterno domingo?
Fue a partir de odiel que Queneau empezó a entrever cualquier ejercicio de estilo, la música única del neofrancés.
Odile
es también un libro de clivaje. Sus páginas proponen una psicogeografía
de capillas literarias, lumpenaje y obsesión matemática con una meta
involuntaria: cómo aprender a liberarse para alcanzar, esa es la
cuestión, una alegra modestia amorosa.
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