Mariana Sández, Una casa llena de gente


 

Antes de morir, Leila, apasionada de los libros y escritora frustrada, le deja a la hija sus diarios personales y una colección descomunal de fotos y videos familiares, junto con unas curiosas y detalladísimas instrucciones de qué hacer con todo eso. Al leerlos, Charo irá develando un costado de su madre que no conocía, buscando entender sobre todo ese período en que Leila pareció al mismo tiempo arrasada por un vendaval y el vendaval mismo, una serie de hechos perturbadores en el edificio donde vivían, cuando Charo aún era una niña, y que desató la culpa infinita de su madre.

Pero ¿cómo sucedieron las cosas realmente? ¿Como las escribe Leila? ¿Cómo las recuerda Charo? ¿Como asegura la abuela Granny? ¿O como dice Gloria, la vecina impulsiva que alguna vez se convirtió en amiga?

 

Podés comprarlo por acá! 

 

 O por acá!

 

 

 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Erik Satie, Sobre música, músicos y otras memorias

Roxanne Dunbar Ortiz, La historia indígena de Estados Unidos, Capitán Swing

Hartmut Rosa, Resonancia. Una sociología de la relación con el mundo